lunes, 15 de abril de 2013

Primer amor de Melgar en Camaná

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PRIMER AMOR DE MELGAR EN CAMANÁ

Y aquí viene una nota romántica relacionada con Pucchún y sus propietarios del siglo antepasado (XIX). El historiógrafo arequipeño Ladislao Cabrera Valdez nos cuenta que: antes que el amor hacia Silvia, el poeta Mariano Melgar fue flechado por los encantos de Manuelita Paredes, que vivía a principios del siglo de la libertad, en la que es hoy calle Perú N° 323, a media cuadra del Convento de San Camilo, hoy mercado de este nombre.

Su padre fue Tesorero Fiscal y su hermano Vocal de la Corte de Arequipa y posteriormente Ministro Plenipotenciario, en Bolivia, cargos que chiflaron a su madre doña Rosa Guillén, para ver disminuidos a todos los pretendientes de su hija Manuelita. Con estos antecedentes se explica que los amores del poeta, con el dije de los Paredes-Guillén, no fueron bien vistos por esta familia; a pesar de todo, los adolescentes desafiaban esa oposición y Melgar idealizó a su musa denominándola MELISA, como más tarde llamó a María Santos Corrales, SILVIA. Llegó el día en que el amor y la oposición debían hacer crisis, y esta se produjo en el cumpleaños de Melisa, al que fue invitado Melgar. - Bailaban los novios animadamente, a despecho de un jefe chapetón que se sentía también enamorado de la del santo; dándose cuenta doña Rosa de lo que ocurría, llama reservadamente a su hija y la reflexiona sobre lo inconveniente de desairar al jefe español por un poeta a quien por ese tiempo apodaron "peroles".

Los consejos de la madre, el honor que las visitas de los generales españoles Valdez, Carratalá y otros que pasaban por Arequipa hacían a la familia Paredes, influyeron en el ánimo de Melisa y en su decisión de terminar con el poeta. Éste, entonces, al ver su amor propio herido, inicia sus amores con Silvia, después de haber escrito su elegía al ciprés y unas octavillas que producen el arrepentimiento de Melisa, que pretende reanudar sus amores, pero Melgar ya se ha dado íntegro a su idealizada Silvia. Llega el año 1 814 y con él el sacrificio del poeta en Humachiri. La noticia desmaya a Melisa seguido de un ataque cardíaco que puso en peligro su vida.

"Melisa", era hija del Teniente Coronel Mariano Gabriel Paredes y de doña Rosa Guillén y Salazar, según su partida de matrimonio con don Narciso Julio Rospiglioso, de fecha 6 de septiembre de 1 821. Cuando doña Rosa, madre de Manuelita, casó con Paredes el 18 de marzo de 1 804, figuraba en la partida como "Rosa Guillén, hija natural de Inés Salazar", y la misma Manuelita parece no tener partida de bautizo, salvo que ella haya sido una de tantas criaturas que figura como Manuelita, "hija de padres no conocidos", en el registro sacramental de la iglesia. Eran años en que la ilegitimidad era muy corriente, a despecho de la hipocresía de la gente y de lo mal mirada que era esa forma tan natural y común de convivencia, que todos tratan de ocultar.

El citado historiógrafo arequipeño fue el primero en revelar la verdadera personalidad de Melisa y sus amores con Melgar, sirviéndole como punto de partida para tal investigación, el episodio narrado por el Mariscal don Guillermo Miller en sus "Memorias",  a su paso por el valle de Camaná en 1 823, en que halló al primer amor del poeta de los yaravíes en una choza del río.

El general inglés a la letra dice: "En una de ellas (choza) alojaron a Miller; la patrona que salió a recibirle era una joven al parecer de 25 años y muy linda; de cabellos rubios y ojos azules; tenía un color blanco y nacarado, acompañado de una cierta palidez interesante, que unido a la expresión triste de su mirada agradable, le daba un aire de melancolía que la hacía aún más hermosa".

Esta joven era la señora que inspiró el vehemente amor, que con tanto mérito cantó Melgar en sus tristes y que no correspondió al puro amor de aquél desgraciado poeta. Después se había casado y su marido vivía con ella en aquel paraje solitario, para evitarse las persecuciones que su ardiente patriotismo le había atraído de los realistas. "El coronel Escobedo uno de los oficiales que acompañaba a Miller, natural de Arequipa, se había criado con esta señora; y cuando en la noche estaba tocando la guitarra y cantando a ruego de Miller, Escobedo la pidió que cantase algunos de los tristes que más se aprecian en el país, y tanto la estrechó en la elección, que al final se contrajo con determinada claridad a uno de los compuestos por Melgar, a cuya proposición e instancias de los demás, la mujer no pudo ocultar su dolor, dejó la guitarra y se echó a llorar. El llanto de la joven y el recuerdo de la suerte desgraciada de Melgar, produjo en los concurrentes una verdadera sensación de tristeza".

El biógrafo anónimo de Melgar confunde a Melisa (Manuela Paredes), con Silvia (María Santos Corrales) que nunca salió de Arequipa, e ignora la existencia de aquélla y sus amores con el poeta. Melisa fue a dar a Camaná porque contrajo matrimonio con el terrateniente Juan de Mata Rospigliosi (a) Juan Sueño, copropietario de la hacienda Pucchún... (continuará)... (de la obra: "Historia de la Región Arequipa, de Jorge Isaac Febres Cateriano).