sábado, 31 de marzo de 2012

monografía de la provincia de castilla

Benito Bonifaz Febres nació en Arequipa el primero de junio de 1 832.

 Fueron sus padres Don Narciso Bonifaz y Castañeda y Doña María Febres Sanabria. Poeta y militar, se le llamó "El Tirteo arequipeño". Combatió y murió heroicamente, de un balazo que le atravesó la traquea, en el asalto de Castilla a esta ciudad el 7 de marzo de 1 858.


Combatiendo en esta batalla Murió Heroicamente.


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El «Tirteo Arequipeño»

Es el símbolo del idealismo y la bravura del pueblo arequipeño. Este soldado poeta, «Lava y volcán en las venas» como anotara el notable Óscar Silva, se impuso a sus contemporáneos por su célebre canción a la «Columna de los inmortales», que resulta una marcha heroica, que él mismo entonara, arma en la mano, en la trinchera «Malakoff» de Santa Teresa; enardeciendo a los héroes populares de «La patria de los libres». Su «elan» épico, teñido de acentos telúricos, rodeado de la fuerza de los hechos tumultuosos, vitalista como el pueblo arequipeño que desafía a Castilla, aún con el riesgo de apoyar al «mísero» Vivanco; le hace forjar estos versos: «Todo allí es libertad, todo allí imprime / la idea de ser libre al ser pensante»; refiriéndose a esta tierra feraz en pensamiento y hombres como él que prefirieron morir en el combate antes que doblegarse al tirano.

Su poesía combativa no puede desligarse del ambiente histórico y de las circunstancias heroicas que le tocaron vivir a pleni­tud.
HÉROE Y POETA
CASONA DEL HÉROE BONIFAZ FEBRES, CONVERTIDA EN FAMOSA BIBLIOTECA
En la casona familiar de los Bonifaz, ubicada en la calle San Francisco 308, murió el poeta y guerrero Benito Bonifaz Febres, el 6 de marzo de 1 858. Formó parte de la “Columna Inmortales”, que fundó el artesano Javier Sánchez, para luchar contra el gobierno de Castilla y la Constitución liberal de 1 856. El mismo, pistola en mano,
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Jorge Isaac Febres Cateriano

dirige el fuego de los cañones del “Malakoff de Santa Teresa”. Su grito es entonces interjección, adjetivo, fuerza alentadora. Tenía 26 años y lucía galones de teniente coronel. Caerá abatido, por supuesto, al pie de su cañón.
El joven poeta Benito Bonifaz Febres, fue conocido como el “Tirteo Arequipeño”. Compuso varios poemas que fueron publicados en la “Lira Americana” de Ricardo Palma y en el “Parnaso” de Cortés. También figuran en la “Lira Arequipeña”, que, en 1 889, editan Manuel Pío Chávez y Manuel Rafael Valdivia. Los poemas que dedicó “A los hijos del Misti” y “A la brava Columna Inmortales”, reflejan los valores que alentaron al pueblo de Arequipa, en sus luchas decimonónicas. Justicia y Libertad fueron, en síntesis, los ideales por los que lucharon los arequipeños en marzo de 1 858. Esto que parece contradictorio, por la naturaleza del movimiento rebelde de 1 857, no fue así. La causa para ellos fue justa y en armonía con su sentimiento mayoritariamente católico.
La poesía de Benito Bonifaz, denota el atributo de la mayoría de movimientos rebeldes de los arequipeños: el civismo. A su  manera, la poesía de Bonifaz Febres, interpretó el sentimiento cívico de los arequipeños, en aquella histórica resistencia. En ella estuvieron en juego ideas y convicciones, más allá de cualquier caudillismo local. Hubo, en cierta forma, un soporte ideológico en el movimiento, expresado en los editoriales del periódico oficial “El Regenerador”, publicado en la ciudad.
Los versos del poeta Benito Bonifaz, pariente nuestro, expresan lo mismo. De él ha dicho Tito Cáceres Cuadros: “es el símbolo del idealismo y la bravura del pueblo arequipeño”. Su poesía refuerza la identidad de Arequipa. Y, al mismo tiempo, contribuye a forjar la idea de un pueblo
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heroico y valeroso, que arriesgaba la vida en calles y plazas, por defender sus ideales políticos. Su nombre fue asociado con el majestuoso Misti y sus hijos con la bravura del volcán tutelar de Arequipa.
VERSOS DEL POETA BENITO BONIFAZ FEBRES
En uno de los versos que dedicó  “Al pueblo arequipeño”, Benito Bonifaz Febres, dijo lo siguiente:
“¿Venganza? ¡No! Que la venganza infama,
Y es magnánimo el pueblo y generoso,
Y el pueblo fuerte, el pueblo valeroso,
No se venga jamás.
¡Justicia! ¡Sí! Que la justicia  es santa,
Y el pueblo como Dios es justiciero;
Por eso ha escrito en su pendón guerrero:
¡Justicia y Libertad!”
 Con relación a la libertad y su significado para el poeta, en el poema “A los hijos del Misti”, uno de sus versos reza:
“Jamás, jamás el triunfo fue dudoso
Cuando la libertad fue proclamada;
Nunca un pueblo guerrero y valeroso
Dejó de ver su obra consumada,

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Jorge Isaac Febres Cateriano

Cuando a la sombra de principios santos
Defendió sus derechos sacrosantos”.
Finalmente, el poema que dedicó “A la brava columna Inmortales”, es una exaltación al valor de los arequipeños que lucharon por la justicia y la libertad, y contra el abuso del poder simbolizado en la capital del país: Lima. Dice así:
“Los inmortales! Unos cuantos bravos
De la ciudad heroica y valiente,
La vanguardia del pueblo independiente
Que sabe combatir.
Y presentando el denodado pecho
Ante el cañón, se sacrifica ufano,
Antes que doblegar ante el tirano
La orgullosa cerviz”.
Después de la muerte del poeta, la familia Bonifaz Febres, siguió ocupando la casona de la calle San Francisco 308, hasta que el año de 1 911 las señoritas Carmen Bonifaz y Herminia Bonifaz Fonseca, vendieron la casona a Juan Bustamante y su esposa Leonidas Mostajo de Bustamante. La escritura pública de compra – venta fue otorgada ante el notario José María Tejeda, el 11 de febrero de 1 911.
En la cláusula primera del documento notarial, se declaraba que “es objeto de esta venta la casa situada en la calle San Francisco de esta ciudad, bajo el número 62, cuyos linderos son: por el frente, casa de don Pedro Pablo Paz y del doctor
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La Genealogía del Clan Cateriano en el Perú III

don Trinidad Pacheco Andía, calle de San Francisco por medio; por el costado de arriba, el Convento de San Francisco, calle de Santa Teresa por medio, y la casa de don José Domingo Febres Zúñiga (mi abuelo, hoy calle Zela 108); por el costado de abajo, casa del doctor don Manuel Macedo; y por el fondo, que es el lindero oriental de la finca, casa del doctor don Víctor L. Revilla.
Posteriormente, el inmueble fue vendido por la señora Leonidas Mostajo viuda de Bustamante a Edilberto Zegarra Ballón, mediante escritura pública de fecha 10 de enero de 1 942, otorgada ante notario J. Enrique Osorio Franco. Tiempo después, la casona pasó a ser propiedad del Consejo Transitorio de Administración Regional (CTAR) y, a continuación, del Gobierno Regional de Arequipa. Desde el martes 22 de marzo, será la sede central de la Biblioteca Regional “Mario Vargas Llosa”.
La casona se ubica “en el histórico y pintoresco barrio de San Francisco” 308, como recuerda Víctor Andrés Belaunde en sus memorias. Allí vivieron familias tradicionales de Arequipa en el siglo XIX. El matrimonio Diez Canseco y Corbacho tuvo su casa solariega en aquel lugar. Muy cerca de ellos vivían los Vargas. Al frente los Martínez y los Paz Soldán.
Benito Bonifaz Febres, perteneció a una generación de poetas románticos e idealistas. Su producción literaria fue, a pesar de sus cortos 26 años de edad, muy significativa Formó parte de una tradición intelectual que, en poco tiempo, convirtió a Arequipa en uno de los centros culturales más importantes del país. La casona, donde vivió y murió el poeta, con la creación de la biblioteca regional, vuelve a ser uno de los centros de la vida cultural de Arequipa.
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