martes, 15 de octubre de 2013

UN RELIGIOSO CULTO PERO SENCILLO: SAN MIGUEL FEBRES CORDERO

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SAN MIGUEL FEBRES CORDERO

UN RELIGIOSO TOTALMENTE ENTREGADO A LA OBRA DE LA EVANGELIZACIÓN, UN EDUCADOR QUE HA AYUDADO A TANTOS JÓVENES A ENCONTRAR EL SENTIDO DE SU VIDA EN JESÚS.

Cuando se habla de educación cristiana, resulta casi imposible dejar de nombrar al Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, los Hermanos De La Salle. Del primer santo latinoamericano de este Instituto, es la historia que narramos a continuación, San Miguel Febres Cordero.

En 1 863 los Hermanos de las Escuelas Cristianas abren una escuela en Cuenca (Ecuador). Entre los primeros alumnos figura Francisco Febres Cordero, nacido el 7 de noviembre de 1 854. De las enseñanzas de los hermanos comienza a germinar la vocación de Francisco.

Después de una primera discordancia con sus padres, finalmente, el 24 de marzo de 1 868, ingresa al noviciado de los Hermanos: es la víspera de la fiesta de la Anunciación. Al revestir el hábito lasallano, Francisco recibe el nombre de Hermano Miguel.

El Hermano Miguel inicia su apostolado en las escuelas lasallanas de Quito. El joven profesor sobresale en la enseñanza de la lengua y literatura españolas componiendo sus propios textos que serán luego utilizados por el gobierno.

Su fama de santidad irradiará también en el viejo continente. En 1 904, como consecuencia, , en Francia, de las leyes hostiles a las congregaciones religiosas, muchos Hermanos de La Salle, NO PUDIENDO EJERCER SU APOSTOLADO EN SU PROPIO PAÍS, deciden expatriarse.

Numeroosos son los que optan por España y los países de América Latina. La necesidad de procurar a esos valerosos lasallanos el conocimiento indispensable de la lengua castellana, mueve a los Superiores a trasladar al Hermano Miguel a Europa para que pueda dedicarse a la composición de textos apropiados para un estudio acelerado de dicho idioma.

Enteramente dedicado a su nueva tarea, su virtud no deja de irradiarse en su nuevo ambiente. Pero el clima belga, tan diferente de su propio país, no le favorece, y los Superiores juzgan conveniente trasladarlo a España, asignándole como residencia el Centro Internacional lasallano de Premiá de Mar, en la provincia de Barcelona. Los jóvenes formados admiran la cultura y la sencillez del Hermano Miguel no menos que su gran amor de Dios.

UN RELIGIOSO CULTO PERO SENCILLO

Una vez terminada la explosión revolucionaria de los Hermanos regresan a Premiá de Mar. Mas ahora es el Señor quien llama a Sí a su fiel siervo. A finales de enero de 1 910 contrae una pulmonía que su débil organismo no llega a superar. Tras una agonía de tres días y confortado con los santos sacramentos, el Hermano Miguel entrega su alma a Dios el 9 de febrero de 1 910. La noticia de su muerte es acogida con emoción y llanto. La República del Ecuador proclama un duelo nacional.

Terminados todos los requisitos acostumbrados, el Papa Pablo VI, el 30 de octubre de 1 977 procede a la Beatificación del Hermano Miguel. El mismo día de la Beatificación, precisamente durante el desarrollo del sugestivo rito, se realizaba otro milagro: la Señora Beatriz Gómez de Núñez, afectada de incurable "miastenia gravis", se sintió completamente curada. Esta Curación, reconocida como milagrosa, conlleva la reapertura de la causa, y, en el Consistorio del 25 de junio de 1 984, el Pontífice Juan Pablo II, fija para el 21 de octubre del mismo año la fecha de la canonización. Hoy, el Papa Juan Pablo II, poniendo entre los Santos a este religioso ecuatoriano, ofrece a la Iglesia entera el modelo de un religioso culto, pero sencillo y humilde, de un catequista totalmente entregado a la obra de la evangelización, de un educador que ha ayudado a tantos jóvenes y niños a encontrar el sentido de su vida en Jesús y a vivir su fe como don y compromiso.

domingo, 13 de octubre de 2013

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(Continuación)...

LEONIDAS FEBRES MARTÍNEZ:  Nació en el Valle de Majes - Arequipa en 1 892. Hijo de Benigno Febres Zúñiga y Rosario Carlota Martínez Vargas. Cursó y aprobó estudios de Filosofía y Derecho. Ejerció el periodismo como columnista en varios periódicos. Fue nombrado Juez en varias plazas de Ayacucho y Lima. Magistrado de las Cortes Superior de Lambayeque y Suprema de Justicia, donde coronó su carrera asumiendo el cargo de Fiscal General del Perú. Fundó y presidió en varias ocasiones el Club Departamental de Arequipa. Tras su retiro de la Corte se dedicó a la poesía y la investigación. Es autor de Memorias de un Juez, Antología de Poetas arequpeños y de varios poemarios. Murió en Lima en 1 981.

ZACARÍAS JULIÁN FEBRES ZÚÑIGA: (1 883-1 962). Nació en Cosos en el Fundo "Gutiérrez" de propiedad de mi abuelo José Domingo. Primo hermano de Leonidas Febres Martínez. Se recibió de Agrimensor Civil en la Universidad Nacional de Arequipa, en el año de 1 904, durante el Gobierno del Presidente Don Manuel Candamo; en esa época el mismo Presidente de la República, firmaba los diplomas de graduación ( o los títulos profesionales. Fue Alcalde de Castilla, realizando muchas obras de interés. Construyó la primera parte del Mercado de Abastos, la luz eléctrica, contribuyó con el agua potable, y también en forma particular instaló una red telefónica, uniendo los principales pueblos del Valle de Majes, y algunos de sus anexos, como La Barranca, Marán, Pitis, etc. Fue principal accionista de la Sociedad Anónima "Tipográfica de Castilla", que editaba el Semanario "Evolución", juntamente con Dionisio Durán, Hermógenes Vera, Luis Octavio Belaunde, Isaías Lazarte, Amadeo Chirinos, Eduardo Chirinos Pacheco, Roberto García, Felipe S. Rosas, Eduardo Belaunde y Romaña, Calixto Berlanga, José Domingo Febres Zúñiga ( mi abuelo), entre otros personajes importantes.

También figuraban como accionistas menores y grandes colaboradores de la Imprenta, los señores Manuel Zúñiga Z., Luis Alatrista, Enrique Araico, Bonifacio Alpaca, Augusto Chirinos Pacheco, Arturo C. García, J. Simón García, Ciriaco García Pacheco, José Emilio Rodríguez, Pedro Salinas de Rivera, J. M. Roig Rivera, Darío Vizcardo, Julio C. Zúñiga, Andrés Zúñiga Z. y Eloy Zúñiga Valcarcel.

Mi padre vivió 79 años, muriendo en Aplao un 8 de septiembre de 1 962. también tuvo destacada actuación en el campo de la medicina, salvando muchas vidas, sobre todo de criaturas, dada su especialidad en esta clase de enfermedades que atacaban constantemente a este sector de la población.

Mariano Febres del Capio (1 825-1 890), Padre de don Banigno Febres Zúñiga.

CAROLINA FEBRES CORDERO: FRANCO: Poetisa, intelectual y política ecuatoriana, nació en Guayaquil en 1 864, en el hogar formado por Joaquín Febres- Cordero Montoya y Carolina Franco. En 1 892 se casó con el abogado cuencano José Emilio Arévalo; matrimonio que coincidió con los momentos más agudos de la lucha política y guerra civil de liberales y progresistas. En este período de 12 largos años que duró el estado de sitio, de 1 884 a 1 896. Arévalo se definió como liberal, ejerciendo su profesión para defender a varios líderes liberales. Era Senador por Esmeraldas.

BENITO BONIFAZ FEBRES: (1 832-1 858). El Teniente Coronel Benito Bonifaz Febres nació en Arequipa, el primero de junio de 1 832. Fueron sus padres don Narciso Bonifaz y Castañeda y Dona María Febres Sanabria. Poeta y militar, se le llamó "El Tirteo arequipeño". Combatió y murió heroicamente, de un balazo que le atravesó la traquea, en el asalto de Castilla a esa ciudad el 7 de marzo de 1 858.

jueves, 10 de octubre de 2013

Monografia de la Provincia de Castilla: Coronel Benigno Febres Morán

Monografia de la Provincia de Castilla: Coronel Benigno Febres Morán: MONOGRAFÍA DE LA PROVINCIA DE CASTILLA La Provincia de Castilla celebra este 21 de marzo su CLVIII aniversario de creación. Coronel Ben...

LA GENEALOGÍA DE LA FAMILIA FEBRES EN SURAMÉRICA

La familia Febres se radicó en Suramérica durante la época de dominación española. De su seno surgieron personajes de notable actuación en los diversos campos de la vida pública. Tuvo por tronco a Guilles La Fevre o Guillén de Febres, natural de Courtrai, en el antiguo condado de Flandes y que hoy forma parte del Reino de Bélgica, quien fuera Gobernador de la Isla de Hierro, por nombramiento del Emperador Carlos V.

Según algunos genealogistas, el apellido Fevres o Febres proviene de Nicolás De Febres primer señor del Castillo De Febres, de la provincia de Henso, Bélgica, servidor de Balduino II, Conde de Hainut, y participe de la primera cruzada de los años 1099 al 1106. Este linaje tuvo su solar primitivo en el Castillo de Fevres, junto al Tournai, antiguo Condado de Henao, zona walona o de origen francés.

Los linajes Febres y Febrer fueron uno mismo. El linaje Febres de Suramérica es frondosa rama del linaje Febres Cordero, originario de la provincia de Henzo en Bélgica. Al servicio de la corona española, los Febres se instalaron en Cataluña y Aragón y luego en Valencia y la Isla del Hierro (Canarias), de donde pasaron a Suramérica en el siglo XVI.

Llegados a América, se radicaron inicialmente en San Félix de Curaridal, extendiéndose por Venezuela, donde muchos de sus descendientes permanecen hasta hoy. Posteriormente en los albores de la campaña libertadora dos de sus ramas pasaron al Ecuador donde florecieron principalmente en Guayaquil y Cuenca.

Un tercer linaje llegó al Perú hacia 1 780, instalandose en el fértil Valle de Majes desde donde se extendió por Arequipa y Lima a principios del siglo XX, su descendencia pasó a Estados Unidos, Argentina, Bolivia, Chile y Colombia.

Desde Venezuela, el tronco familiar se desprendió en ell siglo XIX y se instaló en Cuba, donde se unió con otra rama de procedencia ecuatoriana, que primero dejó raíces en Panamá. También desde Venezuela a finales del siglo XIX, otra rama familiar pasó a radicarse en el Norte de Santander, departamento fronterizo de Colombia.

FEBRES DESTACADOS EN LA VIDA PÚBLICA

General León Febres Cordero Oberto (1 797-1 872). Héroe de Guayaquil, combatió en la campaña libertadora, gobernador de Riobamba y comandante del Estado Mayor del Sur.

Teniente Coronel Benito Bonifaz Febres (1 832-1 858). Poeta y héroe conocido como "El Tirteo". Murió en las guerras civiles de Arequipa.

Doctor Foción Febres Cordero (1 831-1 911). Gobernador de Mérida.

Hermano Francisco Luis Febres Cordero (1 854-1 910). Hermano Cristiano, escritor y linguista miembro de la Academia de la Lengua. Fue Canonizado.

Doctor Tulio Febres Cordero (1 860-1 938). Escritor, historiador y docente venezolano, inventó la imagotipia.

Sor Georgina Febres Cordero (1 861-1 925). Fundadora de las Dominicas de Santa Rosa de Lima.

Doña Carolina Febres Cordero (1 864-1 936). Escritora ecuatoriana, opositora del régimen conservador, de las primeras mujeres universitarias.

Doctor Leonidas Febres Martínez (1 892-1 981). Abogado, periodista y poeta. Fiscal de la Corte Suprema del Perú.

Ing° León Febres Cordero Rivadeneyra (1 930-2 008). Presidente de Ecuador (1 984-1 988), Diputado y Alcalde Guayaquil.

Doctor Salomón Lerner Febres. Nacido en Lima en 1 944, donde estudió letras y derecho. Doctor en Filosofía de la Universidad de Lovaina. Ha sido docente y Rector de la Universidad Católica del Perú. Fue elegido presidente de la Comisión de la Verdad y Miembro de la Academia de la Lengua.

Doctor Jaime Buenahora Febres. Senador y Cónsul colombiano.

Familia relacionada con: Febres Cordero, Febres Febres, Morán, Melgar, Del Carpio, Zúñiga, Bonifaz, Paravecino, Brousset, Odriozola, Pérez, Portocarrero, Martínez, Vargas, Fernandine, Vizquerra, Málaga, Cateriano, Burga, Tapia, Lerner, Santander, Mercado Jarrín, Maldonado, Bambarén, Salmerón, Oré, Lugo, Cruz y Sabauste.

(continuará...) 

jueves, 5 de septiembre de 2013

                                 LA PLEGARIA DE LAS DIEZ DE LA NOCHE

      Esta es una de las principales tradiciones del Dr. Mariano Ambrosio Cateriano y Rivera, que tengo a bien reproducirla para conocimiento de los amantes de este género de lectura en particular.    
      Pero antes una breve semblanza de Mariano Ambrosio Cateriano, quien perteneció al grupo de historiadores que sentó las bases, de la historia de la ciudad de Arequipa; pues se debe a su inquietud histórica, la publicación de: "Tradiciones de Arequipa o Recuerdos de Antaño" (1 881). Miembro del Club Literario de Arequipa y del Instituto Histórico del Perú. Fue reconocido en vida como prolífico historiador y tradicionalista... Murió el 29 de julio de 1 915, a los 86 años de edad, y sus restos fueron inhumados el 30, fecha que está anotada en el discurso fúnebre que, en representación del Colegio de Abogados de Arequipa, pronunció con viva emoción el Tribuno doctor don Francisco Mostajo Miranda.

                                                                           I

     De noble prosapia y elevada alcurnia, fue don Roque de la Quintana y Sotomayor, nacido en esta viña de Dios entre cortinas de damasco, pañales de batista y arrullado en cuna de las más doradas. 
    Como caballero de capuz y garnacha, rompía chupín y calzones de tisú, media de sarga, y charretera de oro. Comía tortas y pan pintado y remojaban su garganta las más deliciosas bebidas del reino.
    Empezaba a resbalar por su flamante barba el filo de la navaja, cuando sus amorosos y muy cristianos padres le daban el abrazo de despedida eterna, marchándose en paz de buena o de mala gana.
   A causa de este involuntario viaje, vióse el caballero de capuz, en un santi-amén, de dueño y señor de muchos esclavos, terruños y dineros.
  Aunque nacido de tan católicos progenitores y alimentado con la leche del buen ejemplo, no era don Roque de los que guardaban vigilias y témporas. Verdad es que no era tan moro que le faltasen del todo sus devociones, pues que sí las tenía, y muy fervientes, a los ojitos que pestañaban y a las muelas de Santa Apolonia.
  Faltaría primero la campana del alba que Sotomayor a sus devociones,contándose entre éstas la asistencia a cierta asociación piadosa o cofradía donde pasaba largas horas examinando si las muelas
de su santa devota, serían exactamente iguales por todos sus lados.
  No se hallaba en observancia por estos reinos, la real pragmática de don Alfonso el sabio, sobre las "TAFURERÍAS", porque don Roque en su cofradía pasaba las noches de "claro en claro" entregado a esa ocupación tan inocente como entretenida, sin que nada lo perturbara.
  No debió estar el de la Quintana iniciado en los misterios de arte ni le sería conocida la respetable autoridad del padre Toranzo, en tan importante materia. Lo que sí está fuera de toda duda es que tuvo en su calavera cierta protuberancia que el doctor Gall, por más que se quemó las cejas y despestañó, no pudo encontrar para colocarla en su craneología.
  Andando los días y las noches y con ellas don Roque y sus devociones, ocurrióle un suceso memorable que es el alma y la sustancia de este, no tan largo cuanto maravilloso cuento.

                                                                         II

  Era 25 de diciembre del año 1 778, y Sotomayor hallábase aquel día apuradillo para responder a los diversos llamamientos que se le hacían.
  Mas don Roque no se atropella y se da tiempo para todo.
  Verticales caían los rayos del sol sobre la ardiente mollera del de chupín de tisú, cuando muy peripuesto y empingorotado, ajustando espuelas a su alazán o castaño (que en esto no están conrformes los cronistas), llegó en dos latigazos al alegre y hermoso bosque de los perales.
  Que allí saltó e hizo piruetas, ofreció protección a una dama y amparo a una doncella y bailó la zaranduela; por muy sabido se calla.
  Entre la luz de la tarde que pasaba y la de la luna que venía, llegó el galán a su casa, de vuelta de aquel paraisito perdido.

                                                                        III

  Antes que clamoreasen las campanas de las ocho, ya Sotomayor saludaba alegre y cortesmente a sus camaradas, los cuales al verle se llenaron de alegría y cuadrándose al momento se pusieron en son de combate. Principió el cañoneo al bolsillo del galante don Roque, luego el fuego graneado y la carga apresurada.
  Como a ese paso nadie llega a viejo, y como de donde se saca y no se pone de acabarse tiene, flaqueaban a gran prisa los acribillados bolsillos que muy embutidos de doblones llevó aquella noche el señor de la Quintana; y a la vuelta redonda de una hora, estaba mi hombre más limpio que lo estaría el día que vino al mundo.
  Aunque algún tanto amostazado de las pasadas que la ingratona suerte le jugaba sobre la limpia y bien estirada carpeta verde, bañándose en agua de rosas, confiado en que esa noche debía serle de muy felices aventuras pues así se lo decía el oráculo de la experiencia en esta regla que él tenía como muy segura:

                                                  "Si pierdes hoy en el juego,
                                                  tu dicha está en el amor".

                                                                      IV

  Apropincuábase la hora tan deseada por don Roque, la hora de la última cita, el "finis coronat" de aquel feliz y memorable día; y como preciaba de buen soldado, fue a esperarla en su puesto.
  No bien discurría por la calle, cuando se le ofrece una aventura tan inesperada como interesante. Una dama de talle esbelto y arrogante que arrastra crujidera seda y perfuma el aire con su aliento, se deja ver en el camino. Don Roque que no era gago, dijo para su chapín: "más vale pájaro en mano" y dejando a un lado cita, fuese en seguimiento de la elegante dama.
   En vano cruzó calles y torció esquinas con la velocidad de una ardillita. Su tentadora parecía haberse convertido en fantástica visión; y cuando más aligeraba el paso el de la media de sarga, le parecía estar más distante del objeto que seguía.
  Hacía como una hora que don Roque era, al parecer, el objeto de las burlas de la dama misteriosa cuando a la luz de la luna refulgente, alcanzó a verla inmóvil, cual una estatua, en la esquina del atrio de Santo Domingo. Creció entonces su agitación y voló a darle alcance a la que así lo llevaba al retortero.
  En muy pocos minutos cubrió la distancia que lo separaba de su perseguida, y así que estuvo muy cerca de ella, advirtió que continuaba andando con mucha lentitud en dirección a la puerta del convento. En efecto, luego que pisó sus umbrales, después de un fuerte crujido de los cerrojos y un estrépito espantoso, capaz de inspirar pavor al mismo don Juan sin miedo, abriéronse de par en par las puertas y entró la misteriosa dama, y, tras ella, Sotomayor. Entonces puesta de pie descubriendo su escondido rostro y con voz espantosa, dijo a don Roque que ya tocaba sus vestidos: "HOMBRE LIBERTINO, MIRA A QUIEN PERSIGUES". Don Roque alzó los ojos y vio a la mujer convertida en la imagen de la muerte y, al punto, desapareció.
  Sotomayor exánime cayó en tierra.
  En ese momento sonaban las diez de la noche en el reloj de la Catedral.
  Fray José Soria que bajaba a la sazón del coro, viendo abiertas de par en par las puertas del convento a una hora tan avanzada, quiso saber el motivo que para ello había y, al acercarse, tropezó con don Roque que yacía en el suelo. Túvolo por un cadáver, mas luego que conoció que estaba vivo,  porque respiraba, aunque con mucha lentitud, lo condujo a su celda después de cerrar las puertas del convento, donde pasó la noche suministrándole los auxilios que le fue posible.
  Al día siguiente comunicaba el de la Quintana, bajo secreto de confesión, a Fray José Soria, cuanto el lector sabe, y algo más que no le es permitido saber.
  En memoria tan extraordinario y terrible suceso, fundó don Roque una obra pía en una de sus casas del barrio denominado "el matadero", para que se tocase perpetuamente en Santo Domingo una plegaria a las diez de la noche, encargando a todo los que la oyesen, rezaren un padre nuestro por la conversión de los pecadores y los agonizantes. La plegaria se toca hasta ahora perpetuamente; lo que es el pater noster, no sé si habrá quien lo rece.
   Suceso tan espantoso, produjo una completa transformación en don Roque. No volvió a la cofradía, ni a recibir citas a las diez de la noche, ni siguió a damas misteriosas. Confesado y arrepentido de sus pasadas faltas, retiróse a buen vivir siguiendo el ejemploo de sus padres; y cada vez que oía las diez de la noche, temblaba como un azogado y se ponía a rezar el Miserere.





lunes, 15 de abril de 2013

Primer amor de Melgar en Camaná

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PRIMER AMOR DE MELGAR EN CAMANÁ

Y aquí viene una nota romántica relacionada con Pucchún y sus propietarios del siglo antepasado (XIX). El historiógrafo arequipeño Ladislao Cabrera Valdez nos cuenta que: antes que el amor hacia Silvia, el poeta Mariano Melgar fue flechado por los encantos de Manuelita Paredes, que vivía a principios del siglo de la libertad, en la que es hoy calle Perú N° 323, a media cuadra del Convento de San Camilo, hoy mercado de este nombre.

Su padre fue Tesorero Fiscal y su hermano Vocal de la Corte de Arequipa y posteriormente Ministro Plenipotenciario, en Bolivia, cargos que chiflaron a su madre doña Rosa Guillén, para ver disminuidos a todos los pretendientes de su hija Manuelita. Con estos antecedentes se explica que los amores del poeta, con el dije de los Paredes-Guillén, no fueron bien vistos por esta familia; a pesar de todo, los adolescentes desafiaban esa oposición y Melgar idealizó a su musa denominándola MELISA, como más tarde llamó a María Santos Corrales, SILVIA. Llegó el día en que el amor y la oposición debían hacer crisis, y esta se produjo en el cumpleaños de Melisa, al que fue invitado Melgar. - Bailaban los novios animadamente, a despecho de un jefe chapetón que se sentía también enamorado de la del santo; dándose cuenta doña Rosa de lo que ocurría, llama reservadamente a su hija y la reflexiona sobre lo inconveniente de desairar al jefe español por un poeta a quien por ese tiempo apodaron "peroles".

Los consejos de la madre, el honor que las visitas de los generales españoles Valdez, Carratalá y otros que pasaban por Arequipa hacían a la familia Paredes, influyeron en el ánimo de Melisa y en su decisión de terminar con el poeta. Éste, entonces, al ver su amor propio herido, inicia sus amores con Silvia, después de haber escrito su elegía al ciprés y unas octavillas que producen el arrepentimiento de Melisa, que pretende reanudar sus amores, pero Melgar ya se ha dado íntegro a su idealizada Silvia. Llega el año 1 814 y con él el sacrificio del poeta en Humachiri. La noticia desmaya a Melisa seguido de un ataque cardíaco que puso en peligro su vida.

"Melisa", era hija del Teniente Coronel Mariano Gabriel Paredes y de doña Rosa Guillén y Salazar, según su partida de matrimonio con don Narciso Julio Rospiglioso, de fecha 6 de septiembre de 1 821. Cuando doña Rosa, madre de Manuelita, casó con Paredes el 18 de marzo de 1 804, figuraba en la partida como "Rosa Guillén, hija natural de Inés Salazar", y la misma Manuelita parece no tener partida de bautizo, salvo que ella haya sido una de tantas criaturas que figura como Manuelita, "hija de padres no conocidos", en el registro sacramental de la iglesia. Eran años en que la ilegitimidad era muy corriente, a despecho de la hipocresía de la gente y de lo mal mirada que era esa forma tan natural y común de convivencia, que todos tratan de ocultar.

El citado historiógrafo arequipeño fue el primero en revelar la verdadera personalidad de Melisa y sus amores con Melgar, sirviéndole como punto de partida para tal investigación, el episodio narrado por el Mariscal don Guillermo Miller en sus "Memorias",  a su paso por el valle de Camaná en 1 823, en que halló al primer amor del poeta de los yaravíes en una choza del río.

El general inglés a la letra dice: "En una de ellas (choza) alojaron a Miller; la patrona que salió a recibirle era una joven al parecer de 25 años y muy linda; de cabellos rubios y ojos azules; tenía un color blanco y nacarado, acompañado de una cierta palidez interesante, que unido a la expresión triste de su mirada agradable, le daba un aire de melancolía que la hacía aún más hermosa".

Esta joven era la señora que inspiró el vehemente amor, que con tanto mérito cantó Melgar en sus tristes y que no correspondió al puro amor de aquél desgraciado poeta. Después se había casado y su marido vivía con ella en aquel paraje solitario, para evitarse las persecuciones que su ardiente patriotismo le había atraído de los realistas. "El coronel Escobedo uno de los oficiales que acompañaba a Miller, natural de Arequipa, se había criado con esta señora; y cuando en la noche estaba tocando la guitarra y cantando a ruego de Miller, Escobedo la pidió que cantase algunos de los tristes que más se aprecian en el país, y tanto la estrechó en la elección, que al final se contrajo con determinada claridad a uno de los compuestos por Melgar, a cuya proposición e instancias de los demás, la mujer no pudo ocultar su dolor, dejó la guitarra y se echó a llorar. El llanto de la joven y el recuerdo de la suerte desgraciada de Melgar, produjo en los concurrentes una verdadera sensación de tristeza".

El biógrafo anónimo de Melgar confunde a Melisa (Manuela Paredes), con Silvia (María Santos Corrales) que nunca salió de Arequipa, e ignora la existencia de aquélla y sus amores con el poeta. Melisa fue a dar a Camaná porque contrajo matrimonio con el terrateniente Juan de Mata Rospigliosi (a) Juan Sueño, copropietario de la hacienda Pucchún... (continuará)... (de la obra: "Historia de la Región Arequipa, de Jorge Isaac Febres Cateriano).

domingo, 24 de marzo de 2013

Monografia de la Provincia de Castilla: AVENTURAS DE UN CAPITÁN

Monografia de la Provincia de Castilla: AVENTURAS DE UN CAPITÁN:

Decía el capitán que había un lindo jardín al extremo de su pueblo y que se hacía notar por la abundancia de flores, y que en la primavera semejaba un ramillete de flores preciosas.
La hija del dueño de este jardín, decía el capitán, se llamaba Laura y nos amábamos desde la niñez; por consiguiente éramos novios.
Ella tenía 18 años. ¡Cuántas rosas en sus mejillas! Tantas como flores en su jardín. Fue en el jardín un día que le dije: - Laura; mi Laura, qué felicidad para mí el día de nuestra boda.
Todo en ella sonreía: sus cabellos que jugaban con el viento, su talle, su pie pequeño abrigado por baratísimo calzado, sus manos que cojían las ramas para aspirar el perfume de las flores, su frente pura, sus dientes blancos entre sus labios rojos, oh qué linda era Laura. Yo la amaba mucho.
-Nuestra boda será pronto, me dijo, si el teniente Dinator, que viene a reclutar gente, no le toma para soldado.
Cuando llegó Dinator, encendí una luz a la vírgen; me escondí, porque la idea de irme lejos de Laura me destrozaba el corazón: Sentí la música, me contaron las proclamas del teniente reclutador y mi corazón ardió de patriotismo. Pensé un día entero; y después me dije, amo a Laura, nada tengo que darle, sino mucho amor, pero esto es poco, debo darle más y ese más lo conseguiré, si la suerte me acompaña yendo al norte. Nuestro ejército va de victoria en victoria. Hoy soy un pobre muchacho: ¿Por qué no me junto a él para obtener una parte de esas glorias y ofrecerlas a Laura?
Muchos eran los conocidos acuartelados voluntariamente y me incorporé entre ellos. Carlos, mi hermano de leche, con quien nos habíamos críado juntos, quiso hacer otro tanto al verme, pero tenía su madre, y lo hice desistir de su idea; si tú murieras en la guerra, haces falta; mientras que yo soy huérfano, debes quedarte para el cuidado de tu madre y también para que visites y consueles a mi Laura hasta que yo vuelva.





AVENTURAS DE UN CAPITÁN (continuación)... - Está bien, hermano mío, me dijo, yo cuidaré de los dos, sobre todo de tu novia, y se impresio...

viernes, 22 de marzo de 2013

(continuación)

¡Por la derecha, por la izquierda! viva Chile! estamos en la cumbre del morro Solar. ¿Eres tú aún, Luis?
-Sí, mi comandante.
-Coloca un galón a tu kepí.
-Un millón de gracias mi comandante, y además hasta Lima.
Truena el cañón a las puertas de la orgullosa capital. Adelante, adelante, por la derecha, por la izquierda a paso de carga.

¿Quién era el que saltó aquella muralla?
_¡Yo, mi comandante.
-¡Siempre tú, capitán!
Me hizo capitán. Alabado sea Dios.
¡Yo capitán! Laura! Laura, mi Laura, va a estar orgullosa de mí.
La campaña ha terminado; tengo mi licencia. El camino hasta Chile es largo, pero la esperanza va lejos. Allá detras de aquellos mares está Chile y mi pueblo.
¡Suenen las campanas para nuestra boda!
Llegó en el mes de las flores y sin embargo no percibo el ramo florido que Laura acostumbraba darme en otros días más dichosos.
Había concluído el jardín por dejación de su cuidadora, sus ramas dispersas yacían por el suelo. Habían concluído las flores de mis jóvenes ternuras.

-¿Por qué repican Ernesto?
-Para una boda señor capitán. Ernesto ya no me reconocía. ¿Una boda? Ernesto decir la verdad. Los novios subían las gradas de la iglesia. La novia era Laura, mi Laura, alegre y risueña y más bella que en otros tiempos, subía las gradas con una sonrisa encantadora. Carlos mi encargado, mi hermano de leche era el novio. A mi alrededor las personas decían: Se aman mucho, se aman mucho.
-¿Y Laura olvidó a Luis?, pregunté.
¿Qué Luis? Capitán, me respondieron.
Me habían olvidado en mi pueblo, no solamente Laura que tanto lloró mi partida al norte.
Me olvidó Laura. Mi hermano de leche me traicionó.
Yo perdoné a ambos.
_________________
Antonio Urquieta, Recuerdos de la vida de campaña de la Guerra del Pacífico, Imprenta Calle Juárez, Santiago, 1 909, tomo II, pp. 92 - 97.
Selección de Paz Larraín Mira y Ángel Soto, Anécdotas de la Guerra del Pacífico.

jueves, 21 de marzo de 2013

AVENTURAS DE UN CAPITÁN


AVENTURAS DE UN CAPITÁN

(continuación)... - Está bien, hermano mío, me dijo, yo cuidaré de los dos, sobre todo de tu novia, y se impresionó haciendo algunos pucheros.
Fui a ver a Laura y esta se sorprendió al verme vestido de soldado. -Voy al norte le dije, a buscar mucho para tí, si la suerte me acompaña, como lo creo. Laura lloró mucho; jamás la había visto llorar, sus lágrimas eran más bellas que su sonrisa.
Ella medijo: -Ve en defensa de la patria, yo te esperaré con mi corazón fiel y cariñoso, y a la vuelta Dios bendecirá nuestra unión. No demores, y baño su rostro en lágrimas.

¡Por la derecha, por la izquierda, paso de carga! Adelante, marchen. Así se anduvo hasta Tacna.
¡Luis, me dije, mantente firme! Hé ahí el enemigo. Ví una línea de fuego.
Había una infinidad de cañones que tronaban a la vez y un humo que oprimía el pecho; sangre donde el pie se hundía. Tuve miedo y miré para atrás; atrás vi a los oficiales que animaban la tropa.

Terminó la batalla, tomamos a Tacna. ¡Alabado sea Dios! ¡Heme aquí, valiente!
Adelante, adelante; siempre adelante. ¡Por la derecha! ¡ Por la izquierda! Apunten, fuego. ¡A la bayoneta! ¡Ah! Va bien este muchacho, ¿cómo te llamas?
-Mi comandante, me llamo Luis.
-Luis, te hago cabo.
¡Cabo! Oh, mi Laura. Cabo.