La cuenca del río Camaná-Majes-Colca se encuentra ubicada al sur del Perú, y su ámbito está comprendido principalmente en el Departamento de Arequipa, aunque también incluye un pequeño sector del sur del Departamento de Cusco y oeste de Puno, que muestran la ubicación de la cuenca respecto a
Debido a que la sub cuenca del río Siguas actualmente es abastecida, en gran parte, por el sistema hidráulico del Proyecto Especial Majes-Siguas, esta subcuenca, que hidrográficamente pertenece a la cuenca Quilca-Chili, ha sido considerada para
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Apurimac
Las partes más altas de la cuenca se desarrollan en el sector occidental de la cordillera de Los Andes, donde se ubican obras de regulación y trasvase que sirven al Proyecto Majes Siguas, y al Sistema Chili Regulado. En la parte alta de la cuenca, se desarrolla pastizales, que son el soporte de una economía basada en la explotación de los camélidos sudamericanos. En las partes media alta y baja se ubican los valles interandinos y pampas costaneras, en donde se desarrolla gran parte de la agricultura. El cauce principal nace con el nombre de río Colca, en la parte media toma el nombre de Majes para desembocar en el Océano Pacífico con el nombre de Camaná.
En el Valle del Colca, la agricultura se desarrolla en los distritos de Chivay, Achoma, Cabanaconde, Callalli, Coporaque, Ichupampa, Lari, Maca, Madrigal, San Antonio de Chuca, Sibayo Tapay Tisco, Tuti, Yanque y Huambo, pertenecientes a la provincia de Caylloma; y Andahua, Ayo, Chilcaymarca, Choco, Orcopampa y Chachas de la provincia de Castilla
En la margen derecha del río Colca, se ubican Coporaque, Ichupampa, Lari, Madrigal, Sibayo, Tapay, Tuti, Andahua, Ayo, Chilcaymarca, Choco, Chachas y Orcopampa y en la margen izquierda Chivay, Achoma, Cabanaconde, Callalli, Maca, Tisco y Huambo; Yanque, tiene terrenos en ambas márgenes y la naciente del río Colca está en el distrito de San Antonio de Chuca.
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El sector Majes Intermedio comprende el Valle de Majes, y las sub cuencas de los ríos Capiza y Huario. El Valle de Majes, se inicia en la confluencia de los ríos Colca con el río Capiza, hasta el lugar denominado Palo Parado, límite de la provincia de Castilla con la provincia de Camaná; abarca los distritos de Aplao, Huancarqui y Uraca.
La sub cuenca del río Capiza, abarca los distritos de Viraco, Machahuay, Pampacolca, Tipan y
En la cuenca del río Camaná-Majes-Colca, se tiene el aporte de varios subsistemas hidrográficos pequeños que drenan directamente al río Colca, que en la margen derecha corresponden a los ríos Grande, Ayo, Casca, Madrigal, Cantumayo, Challacone-Chungara, Yanaso, Chalhuanca, Moqueruyo, Chapioja, Jatum Huayjo, Condoroma, Palca Putuco. En la margen izquierda del Colca los ríos Huambo, Hualca Hualca, Sepina, Japunoco-Llapa. Los subsistemas más importantes y más grandes se ubican en la margen derecha del río Colca y corresponden a los ríos Capiza-Andahua-Orcopampa, Molloco y el subsistema para derivación de la cuenca Atlántico al Pacífico del río Apurímac-Hornillos.
En el caso del río Capiza se tiene el aporte de las nieves perpetuas del nevado Coropuna, el área de influencia es considerable e importante, otros nevados que aportan a la
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cuenca es el Pabellón, Huajrahuire, Accomasto, Chinchón, Chila, los mismos que alimentan a los ríos Misapuquio, Huancarama, Pisaca, Pasque, Andahua y cuyos asentamientos relacionados a ellos tenemos las localidades de Orcopampa y Andahua
Con respecto al subsistema para derivación de la cuenca del río Apurimac, se tiene los nevados Huallacocha, Minaspata, Sarihuiri, Culluncuya, Quehuisha, Huillacayo y Mismi, drenando las aguas a las quebradas de Chiñiñamayo, Sahuayto-río Acollagua, Río Lloquería
La Provincia de Castilla
Un Poco de historia
Esta provincia fue creada en honor al Mariscal Ramón Castilla. La provincia de Castilla, nace a petición del pueblo de Majes mediante acta que suscribieron 410 ciudadanos del valle el 7 de marzo del 1 854.
Sin embargo la historia de la presencia del hombre en esta provincia, comienza siglos antes con la existencia de los primeros cazadores alto-andinos, que nos dejaron como huella de su presencia los petroglifos de Toro Muerto, ubicados en el distrito de Uraca, además las chulpas construidas con piedras unidas con barro como las de Antaimarca y Aya Pukara, así como los asentamientos
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humanos en el Valle; donde las ciudadelas, andenes, petroglifos y chulpas, evidencian trabajo y presencia humana.
Alrededor de 1587 los españoles efectuaron repartimientos en Pampacolca y Viraco, Machaguay; Chilpacas, Chachas y Ucuchachas, que favorecieron a Fernando de Cárdenas, Fabián de León, Francisco de Hinojosa y al capitán Francisco de Grado.
En el virreinato, el valle de Majes producía vinos y aguardientes de uva, conservándose hasta hoy algunas bodegas de ese tiempo; en Andagua y Salamanca se elaboraban textiles y artesanía; en Orcopampa y Arcata funcionaban minas de plata.
La provincia tiene una extensión de 7.634.85 kilómetros cuadrados y se encuentra dividida en catorce distritos: Aplao, Andagua, Ayo, Chachas, Chilcaymarca, Choco, Huancarqui, Machaguay, Orcopampa, Pampacolca, Tipán, Uñón, Uraca y Viraco.
REMEBRANZAS CASTILLANAS (II)
CRIMEN POR UNA FOTOGRAFÍA INDISCRETA
Al poco tiempo del asesinato del alemán Fritz Gnam, por la década de los 50s, hubo otro, en el Valle de Majes, que por su relevancia suscitó pesar y conmovió a los sosegados pobladores de toda la ribera del caudaloso río. Por aquella época existían pequeñas empresas de transportes, sobre todo de camiones, conducidos por sus mismos propietarios, como:
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Sixto Cárdenas, Pablo Cuadros, Manuel Astorga, Palermo Rodríguez Hnos. y Juan Apaza Pino, quien al poco tiempo fundó su propia compañía. Posteriormente aparecieron los pequeños ómnibus (las populares góndolas). Una de ellas pertenecía a
Los hermanos Tejada, fueron varios, muy unidos y emprendedores. Eran de estatura mediana y gorditos; especialmente, al que denominaba don Angelito. Pero uno de estos hermanos no era tan conocido, pues se le notaba su presencia de allá en cuando, sobre todo en Aplao.
Ocurre que un domingo primaveral, por la tarde, ya casi ensombreciendo, se presentó el menos conocido de los Tejada, algo mareado, al local del Mercado del Aplao, donde se llevaba a cabo una Kermesse, apersonándose a una mesa donde había un grupo de vecinos notables, conversando animadamente. Este individuo, irreverentemente se dirigió al lado de un señor de apellido Villegas, que era agente vendedor de una casa comercial de Arequipa; tomó asiento el importuno y de pronto sacó de su billetera una fotografía, mostrándosela desde muy cerca, con algo de chirigota, al infortunado agente vendedor.
Ocurre que la condenable fotografía, correspondía nada menos que a la esposa de Villegas. Entonces este señor que se alojaba en un hotel cercano, silenciosamente abandonó el lugar y al poco rato apareció con un revolver, y despiadamente empezó a disparar en dirección a Tejada.
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Los acompañantes velozmente se clavaron bajo la mesa, y los disparos alcanzaron a dos personas: al citado Tejada, que murió al instante y a otro perjudicado de apellido Llerena, que trabajaba como secretario de
A Tejada la bala le penetró a la altura del cuello y a Llerena cerca del abdomen. En ambos casos, los plomos matadores, no presentaban orificios de salida. En la misma mesa también se hallaba participando el profesor Miguel Corrales Cabrera, quien al oir los disparos fue el primero en ocultarse, quedando debajo de otros parroquianos. El susto fue tremendo, como era de imaginarse, y desde ese instante socorrieron a Llerena, embarcándolo a la ciudad de Arequipa.
En esta trascendente ciudad, los galenos determinaron que la bala no podía ser extraída del cuerpo del compañero “Camote”, porque asombrosamente, se había alojado y asegurado en la misma columna, en medio de dos vértebras. Desde entonces el pobre secretario, quedó con su pepita adentro, y ya no le llamarían sus amigos “camote” solamente, sino que le adicionaron al familiar apodo el de “Camote con pepa”.
A Tejada, sus hermanos pidieron lo embalsamaran, después de la autopsia correspondiente. El Dr. Jorge Morales Salazar, médico Titular de
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de flamante estudiante de la prestigiosa Facultad de Medicina de San Fernando (Lima), en la década de los 50s.
Morales y el infrascripto demoramos por espacio de 5 horas, debido a que la bala no se encontraba en la masa encefálica, tal como lo suponíamos, sino en el estómago. Fue una gran sorpresa, pero luego comprendimos que dicho proyectil, chocó en la base de la silla turca, del hueso esfenoides, rebotando sorprendentemente hacia el aparato digestivo.
Al culpable Villegas, lo trasladaron posteriormente en un camión de servicio, fuertemente custodiado, pùes corrían las voces, de que los hermanos del difunto se hallaban dispuesto, a cobrarse venganza. Por aquellos años el viaje de Aplao hacia Arequipa demoraba un día; la carretera era sencillamente trocha, de una sola vía y en infernales condiciones. Se pensaba que tal vez en Siguas, lugar donde se estacionaban los vehículos para que los sufridos pasajeros, tomaran su refrigerio, tal vez ocurriría otra desgracia, pero felizmente no fue así.
Uno de los testigos del suceso era tartamudo y cuando le preguntaron qué había sucedido, respondió: “ta ta ta mu mu muerto…, y yo yo ca ca casi mu mu mue…ro…, ta ta tam…bién”. Este señor había rodado por los suelos debido a la tremenda batahola, que se produjo, alcanzando ocultarse también, debajo de otra mesa, atiborrada de comida y de licor.
Acontecen otras historias, la mayoría de ellas, muy curiosas, cuya trama es algo complicada, como las mismas novelas mejicanas o las películas de ficción.
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